Dime por qué sufres y te diré a qué te apegas...
- Dr. Elmer L. Pabón
- 2 ago 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 30 ago 2020

La verdad es poderosa, aunque cabe señalar que nadie tiene el monopolio de esta. En el caminar aprendemos a identificarla, estas se encuentran en diferentes lugares, y a veces, proviene de los lugares menos esperados. De las fuentes que menos imaginamos, pueden llegar las más profundas verdades. Lo que sí sabemos es, que cuando conocemos la verdad, esta nos hace libre (Juan 8:31). Una de esas realidades de la vida, es que en la misma hay sufrimiento y ante esto, cabe cuestionarnos el ¿por qué sufrimos?
Aprendí de una de las creencias más hermosas del budismo, que sufrimos porque nos apegamos a las cosas. Esto implica que nos aferramos a personas, mascotas, posesiones materiales e ideas de una manera muy fuerte. Para lograr comunicar el mensaje, les comparto una anécdota. Recuerdo que, en una ocasión, mientras conducía, una persona que estaba conjunta a mí chocó su vehículo con la persona que estaba al frente. ¡Este se bajó de su vehículo y al ver que la pintura se había afectado se puso de rodillas, miró hacia arriba y le reclamó al cielo con un grito desesperado el ¡porqué!...
Fue como ver una escena de una película en la cual una persona pierde a un ser amado, excepto que en esta ocasión fue por un rasguño a la pintura de un carro. De esta manera, entendí el concepto apego en los seres humanos, por objetos materiales. Y así, las personas se apegan con profundo sentir a todo tipo de cosas.
Es interesante que en algunos sectores de la culturas orientales, se entiende el concepto de la muerte, como parte de la vida misma. De manera que cuando un ser amado muere, este ha de dejarse partir y en este proceso se expresa el más profundo amor, en dejar ir. Mientras que, en la occidental, precisamente por los apegos, la procesos de desprendimiento de un ser que amamos, resultan tan complicados. No decimos que esto sea sencillo, ya estamos inmersos en esta realidad de nuestras culturas de apegos. Sin embargo, mientras se vive, podemos seguir aprendiendo amar, y a veces el dejar a ir a otro ser que amamos, es la más profunda y poderosa manifestación de amor que podemos conceder a otros.
¿Entonces amigo(a) lector(a) diga porqué sufre?
Si usted responde a esto estableciendo que está sufriendo porque una pareja rompió con usted, esto indica que te has apegado a esa persona. Si sufre, porque ha perdido su casa o su automóvil, entonces esto indica que usted se ha apegado a bienes materiales. Si usted sufre, por lo que otra persona le expresó, entonces se ha apegado a su propio ego, y así lo podemos aplicar a muchas otras áreas de la vida. Hágase de la idea que tendrá la oportunidad de adquirir otro, déjelo ir, desapéguese y verá que comenzará a sentirse mejor.
¿Quiere dejar de sufrir?
Procure el desapego, comience a pensar que esa persona que se fue de su vida simplemente emprendió un nuevo camino, y usted otro. Déjalo ir, deséele lo mejor y verá que con el tiempo todo comenzará a apreciarse con mayor claridad. Analice y recuerde cómo a lo largo de su vida usted ha sufrido por una persona o situación, y al mirar hacia atrás, perdió tiempo valioso de vida sumergido(a) en tristeza, porque al final todo se resolvió y fue superado. Y hasta llegó otra persona especial que ocupó ese lugar. Y así, ocurre tantas veces lo mismo en nuestras vida. Pese a saber esto, seguimos en los mismos ciclos de tristeza, una y otras vez, pero no tiene porqué ser así.
Llamado a la acción
Estamos invitados a realizar una reflexión de nuestras vidas e identificar a que nos hemos apegado, con qué nos hemos obsesionado. Hay quién va tras una hermosa rosa, y en el proceso se lastima con su espina, el dolor puede ser aliviado de inmediato, radica en una determinación; suelta la rosa, saca su espina de tu dedo, no te empeñes en retenerla, ahogándolo en el abrazo no deseado de tu mano, no te apegues a la belleza de la rosa y en el deseo de poseerla, déjala seguir siendo lo que es…una belleza ajena. Déjalo ir, suéltalo y se libre de ese dolor, hoy mismo.
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